Villalcampo  20-11


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Recorrido
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Kilómetros 90

 

Participantes 4
Dificultad baja
Velocidad máxima
Velocidad Media 20,67
Hora salida 9:00
Hora llegada
Detalle de la ruta: 

Sábado por la mañana en la gasolinera. Ramón  y David hablan de lo solitos que están mientras ignoran que Alberto y yo nos situamos a sus espaldas con sigilo. Después de un par de minutos de deliberaciones que si Teso Santo que si Prohibido Cochinos, que si Villalcampo, nos decidimos por esta última opción con notorio alborozo de quien suscribe.

Veintiocho kilómetros que se conviertieron en 30 nos llevaron hasta el cruce de Gáname. Alguien debía haberse dejado encendido el ventilador porque el viento que nos recorría en cuanto salíamos del rebufo no era normal. Lo salvamos relevando como pudimos y bufando aún más. En el cruce las cosas cambiaron, afortunadamente.

Desde Gáname hasta el alto de la Nuclear unos 14 kilómetros sosegadillos, sin demasiadas cuestas, con menos viento, y donde conocimos a un señor de Abelón que nos mostró el último modelo de gorrito pasamontañas que hizo las delicias de alguno.

Después de superar una cuesta sobre cuya existencia tuvimos nuestras discrepancias llegamos a una encrucijada de caminos: A un lado Miranda, a otro Moralina y al otro Villalcampo. Sabiamente nos decidimos por esta última opción, que era lo que teníamos establecido.

Bajamos la Nuclear en grupos de a dos. Es una bajada de esas que se disfrutan, casi sin peligro, con asfalto en buen estado y no demasiado desnivel. La Presa de Villalcampo estaba llena de agua como siempre y nos invitaba a estrenar el nuevo asfalto de la ascensión, así que para allá nos fuimos.

Ahora subir a Villalcampo es más fácil, sobre todo si como ayer tienes al viento empujándote. El asfalto es suavecito y la dureza está en las primeras rampas, lo que permite que el resto sea para disfrutar. Así lo hicimos... creo. Reagrupamos arriba y seguimos disfrutando del viento desde Villalcampo hasta Ricobayo.

Nueva subida hasta Muelas y luego por la Nacional hasta Zamora con las fuerzas aún más justitas y el viento a favor. Al final, entre 86 y 90 kilómetros de recorrido. Y, por cierto, nuestras bicis llegaron inmaculadamente limpias. Ventajas del asfaltito rico...