 ... y coger el
coche (casi uno por barba) para irse hasta Cañizo con la
burra.
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 Lo bueno es
que, nada más salir, nos encontramos con una sucursal del
Duero
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 Y un cangrejo
al que alguno le había pegado un bocado.
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 Por supuesto,
paramos a cerciorarnos de que era un cangrejo y no un invasor
galáctico
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 Y poco después
nos encaminamos al monte objetivo
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 Ver conejos
era difícil pero lo hicimos (¿o eran liebres?)
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 Y con sorpresa
descubrimos que las alambres no les dejaban pasar
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 Luego, la
típica paradita de rigor (la primera, claro)
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 Si es que
ganas no había muchas
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 Pero teníamos
que seguir, a ver si no cómo cogíamos el coche
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 Tan pronto
pelotón groupé
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 Como pelotón
desagrupé
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 O medio
agrupé
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 Este ya se
olía la que le esperaba, pero no era plan de amargarse la
salida
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 No, no es un
cordón de zapatos. Son huevos, y dos sapos haciendo los
deberes
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 Al fin
llegamos al monte.
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 ¿Os imagináis
desde dónde está sacada esta foto?
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 ¿Y
esta?
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 Pista: Parecía
fácil subir hasta allí arriba
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 Pero sólo
pudieron dos arrojados valientes
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 Aquí el
segundo de los héroes, Alberto, que se encaramó a lo más alto de un
torreón sujeto por unos cuantos cables y tres vigas metálicas, y que a
decir de los que lo aborearon temblaba más que una vara
verde
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 Aquí nuestro
fotógrafo en una de las raras instantáneas en que
aparece
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 Y distintas
vistas de la torre metálica, par que luego digan de la Torre
Eiffel
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 Bueno, y al
final, volvimos a casita, que teníamos morro para comer y
cenar.
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