A Toro llegamos y desta guisa nos colocamos
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El puente atravesamos sin pensar en lo que no
esperábamos
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Por delante y por detrás, por allí nos iban a dar
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Y con un barranco ignorado proseguimos lo andado
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Por el camino de tierra pensando en no tragar mierda
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Pinchamos en la viña y casi nos echamos la bici a la
costilla
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El fotógrafo suplente no pudo hacer la foto desde el
puente
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Volvimos al camino por aquellas tierras del vino
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Aquello no se acababa nunca
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Uno tras otro pasábamos al lado del reportero
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Nacho siempre delante
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Aquello no era precisamente cuesta abajo
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Pero después de la subida viene...
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¡otra subida más!
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Y llegamos a la casa del avituallamiento
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Su caminito con roderas, cortafuegos, arena...
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Nos sentíamos más intrépidos que Colón
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Y el camino proseguimos con tesón
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Por caminitos de zahorra
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Proseguíamos caminando
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Aquí el intrépido reporter sacó una foto en marcha
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Dos fotos
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Tres fotos
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Y no todo podía ser bueno. Un malvado coleóptero se ensañó con
el ojo de Ángel
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Apaga y vámonos. ¿Lo ingresamos?
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Por fin llegamos al carril bici. José Antonio se escapa para
puntuar en la meta volante.
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Pero lo importante es que estábamos en casa
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¡Secos y sin barro!
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