Nutrido grupo de exploradores dispuestos a inspeccionar los terrenos de Almaraz y aledaños.

Punto de partida: La zona monumental de Muelas del Pan. Exactamente, la estación de autobuses.

La mañana prometía agua y empezó cumpliendo. Tuvimos que resguardarnos en la iglesia de Villaseco.

Por cierto, que Villaseco es un conjunto histórico-artístico. Esta calle me recuerda al casco antiguo de Zamora.

Siempre que ha llovido ha escampao y si no, a arriesgarse que un poco más de barro no viene mal

Afortunadamente, el cielo tardó poco en abrir. Gracias a Ángel que no se quitó el chubasquero.

Esto, con cuatro gotas más, criaría un barrillo...

Y pronto el camino se fue empedrando y empinando para abajo, con el consiguiente peligro de pegársela

Pero afortunadamente apareció una autovía de zahorra de esas blanditas y suaves

Pronto llegamos al primero de nuestros destinos. Parece mentira que tan cerca de la capital tengamos estos paisajes

Y estos, con playita tropical incluida

Aquí no se ve, pero Ángel se pegó un buen coscorrón. En mi opinión, por haberse quitado el chubasquero.

Y aquí están las pilas. Suerte de zoom de las cámaras digitales, porque la foto la hicimos desde muy lejos

Aquí todos los intrépidos exploradores menos uno que se había escondido detrás de la cámara.

Y aquí otra vista del paisaje desde otro ángulo. Las pilas están hacia el medio a la izquierda (creo)

¿Quién dijo que por el Duero no se podía navegar?

Se admiten apuestas: ¿Es un buitre, un alimoche, un quebrantahuesos o una gallinita ciega?

Bueno, y de las averías mejor no hablar: Pinchazos varios, cadena rota, puesta saltándose una roldana, el coche de Portales se quedó sin aire en una rueda en cosa de diez metros, mi señora me pegó con la plancha por llegar tarde...

Aquí todos sabemos de tó. Pero en teoría, claro

Un abrevadero de bicicleteros en Almaraz

¡Pero quién me mandaría hacerle caso a Portales! Si me hubiera ido para casa por el Mortirolo me habría evitado un montón de problemas (esta bajada a pie incluida)

La rueda del coche de Portales. Cambiarla tiene su ciencia, sobre todo si uno no tiene idea de dónde está el gato. Noooo, los del pueblo no sirveeeen

Y es que lo mismo se quita un tapacubos que se cambia una cadena

Bueno, y de enseñaros cómo me quedó la cara después de llegar a casa a eso de las dos menos cuarto y encontrarme a mi señora toa mosqueá, pues nada.

¡Sería espantosooooooo!

(No, si quiénmemandaríahacerlecasoaPortales,nohabermevueltoenelMortirolo,cachislamar)