A NAVA DEL REY

Domingo 7 de diciembre de 2003

Photographer: Emilio

Escribeitor: Juan Carlos





Todo comenzó una nublada mañana en la que alguno estaba de cumpleaños.


Un grupo de esforzados pedalistas iba a afrontar una dura etapa de transición entre el frío y la lluvia.


El paisaje era sombrío, oscuro, vagamente parecido en la luminosidad al de las Pilas de Almaraz


Y las monturas mixtas, 1 de carretera y el resto de montaña.






Por fin nuestros héroes contaron con coche de apoyo.


Y la cosa, un rato más tarde, seguía sin mejorar. El cielo amenazaba lluvia, granizo, tal vez nieve.


Y tenía que llegar... vaya si llegó


¿Qué iba a ser de nosotros sin reparar averías?


La cosa se ponía ciertamente oscura, cada vez peor.


Hasta que llegó el mecánico.


Alguno pensó en encender las luces


Y muchos otros en lo bien que se estaría en la cama o desayunando churritos.


Pero de repente, un rato más tarde, se hizo la luz


Todo se veía de otro color.


El paisaje era monótono, pero al menos se veía


Y dar pedales resultaba más agradable


Incluso había bellas vistas del Ebro a su paso por Medinaceli


O de los esforzados pedalistas sin caramañola


O de las bicis bajo un cielo nublado


O de las Hoces del Duratón


O de la Iglesia de San Pedro de la Nave




Bueno, sí, ya sé que me he equivocado y que quizás esto no sea San Pedro de la Nave, pero desde luego no es mucho más grande. Tampoco es la catedral de Zamora, ni el acueducto de Segovia, ni...







Y no, esto tampoco son los adoquines de la París-Roubaix, pero... ¡vaya grietas que tiene el asfalto!


Sí, el del gorrito negro tiene cara de andar mucho. ¡Huy qué peligroooo!


Un descansete no viene mal. Pero siempre hay algún tornillo que apretar


Esto sí sé qué es. Es Villalazán.


Y esto también, que lo sé yo.


Anda, que vaya asfalto que se gastan en este pueblo



Bueno, y...



That's all folks!